domingo, 2 de diciembre de 2012

REAL MADRID 1-3 ATLÉTICO DE MADRID (30-10-1999)


El 30 de octubre de 1999 ocurrió algo histórico en el estadio Santiago Bernabeu, y como tal, lo reprodujo el diario MARCA en su portada al día siguiente. El Atlético de Madrid visitaba el feudo madridista en el encuentro correspondiente a la décima jornada de la Liga en la temporada 1999/2000. El resultado final: Real Madrid 1-3 Atlético de Madrid. Pero, ¿por qué tildaría MARCA de "histórico" este partido?, ¿por el resultado?. No, tengamos en cuenta que en el derbi anterior, correspondiente a la jornada 37 de la temporada 1998/1999, el equipo colchonero vencería por 3-1 en el Vicente Calderón. La victoria del equipo de Jesús Gil no era ninguna novedad en aquella época (aunque el Atlético llevaba 7 años sin ganar en el Bernabeu). Lo de "histórico" se debe sobre todo al baño futbolístico que recibió el Real Madrid y al hecho de que el Atlético remontara un resultado adverso frente al Real Madrid en el Bernabeu, algo que hacía 50 años que no sucedía. Lo que no sabía MARCA cuando eligió ese titular, es que con el paso del tiempo ese partido sería "histórico" por otros motivos.

Contexto. Los dos equipos madrileños llegaban al derbi en horas bajas. El Real Madrid del galés John Benjamin Toshack llegaba al encuentro en novena posición con 12 puntos, a 8 del Barcelona (líder en aquellos momentos). El Atlético de Claudio Ranieri se encontraba aún peor clasificado, ocupaba el puesto 16 con 10 puntos. El derbi, además de la rivalidad habitual entre estos dos equipos, era un partido de urgencias en el que los dos conjuntos saldrían al terreno de juego cara de perro.

Partido. El Real Madrid salió mejor, prueba de ello es el hecho de que a los nueve minutos de partido se adelantase en el marcador, gracias a un cabezazo de Fernando Morientes tras una falta botada por Roberto Carlos. Pero poco le duraría la ventaja en el marcador al conjunto merengue. Tan solo cinco minutos después, en el 14, el ariete holandés Jimmy Floyd Hasselbaink aprovecharía un pase al hueco de Carlos Aguilera y un error estrepitoso de Iván Campo al ir al cruce, para batir con facilidad al guardameta Albano Bizarri. Establecía así las tablas en el marcador. En el minuto 31, una pérdida de balón de Redondo en campo madridista propició un mano a mano de José Mari con Bizarri, quien vería de nuevo perforada su portería. El Atlético se había sobrepuesto al gol inicial de Morientes dándole la vuelta al partido, pero los colchoneros querían más. En el minuto 39, de nuevo Hasselbaink, esta vez con un zambombazo desde fuera del área batiría por segunda vez a Bizarri. Al descanso el Atlético de Madrid ganaba por 1-3 al Real Madrid. Remontar en el Bernabeu era algo histórico para los colchoneros. A los cinco minutos de la segunda parte Bizarri sería expulsado por derribar a Capdevila fuera del área cuando este se iba solo hacia portería (los defensas del Real Madrid parecían no existir). El Real Madrid se quedaba con diez hombres para lo que restaba de partido y un jovencísimo Iker Casillas debutaba en un derbi sustituyendo a Guti. El Atlético no se aprovecharía de la superioridad numérica y el partido acabaría con el 1-3 de la primera parte. El Atlético de Madrid ganaba al Real Madrid en el Santiago Bernabeu tras siete años y le remontaba, también en el Santiago Bernabeu tras cincuenta años. Noche histórica para los colchoneros, que seguro que la disfrutaron.

ALINEACIONES:
  • Real Madrid: Bizarri; Salgado, Iván Campo, Julio César, Roberto Carlos; Redondo (Karembeu, m.62), Helguera (Eto'o, m.71), Seedorf, Guti (Casillas, m.52); Raúl y Morientes.
  • Atlético de Madrid: Molina; Gaspar, Chamot, Gamarra; Aguilera (Valerón, m.64), Capdevila; Bejbl, Baraja, Solari; José Mari (Correa, m.80) y Hasselbaink (Paunovic, m.90).
Goles: 1-0, m.9: Morientes. 1-1, m.14: Hasselbaink. 1-2, m.31: José Mari. 1-3, m.39: Hasselbaink.
Árbitro: López Nieto (colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Roberto Carlos por parte del Real Madrid y a Baraja y José Mari por el Atlético. Expulsó en el minuto 50 a Bizarri.


Temporada. A pesar de la importante victoria del Atlético de Madrid en el derbi, la temporada 1999/2000 resultaría de lo más convulsa para los dos equipos madrileños. Los dos equipos sufrieron bajas importantes en el mercado de invierno: el Atlético se quedaría sin José Mari y sin Chamot (quienes partieron rumbo al AC Milán), el Reall Madrid perdería a Clarence Seedorf (se marchó al Inter de Milán).Ni Toshack ni Ranieri lograron acabar la temporada. En su lugar llegaron Vicente Del Bosque y Radomir Antic respectivamente.  El Atlético de Madrid a pesar de contar con un auténtico equipazo (Hasselbaink, Kiko, Solari, Baraja, Valerón, Aguilera, Molina, etc) descendió a Segunda División, algo incomprensible. El Real Madrid acabó la Liga en quinta posición y no fue capaz de clasificarse matemáticamente para la Champions League. No obstante, ambos equipos obtuvieron un premio final al acabar la temporada. El premio fue la oportunidad de lograr un título. El Atlético (ya descendido y con Fernando Zambrano en el banquillo) disputó la final de la Copa del Rey frente al Espanyol y perdió por 2-1 (partido del que habría mucho que contar). El Real Madrid no desaprovechó la oportunidad de alzar la Octava Copa de Europa y tras unas eliminatorias trepidantes frente al Bayern Munich y el Manchester United, el Real Madrid destrozó al Valencia en la final, endosándole un 3-0. Este título le permitió al Real Madrid participar en la siguiente edición de la Champions League, en detrimento del Real Zaragoza.

Leyenda Negra. El descenso del Atlético de Madrid a Segunda División nos privó de ver el derbi madrileño en la Liga durante dos temporadas (las que tardó el Atlético en retornar a la máxima división). Desde el retorno colchonero a Primera División, la palabra derbi se ha convertido en una pesadilla para los aficionados rojiblancos. Y no es para menos. Desde el retorno atlético a la Liga en la temporada 2002/2003, no ha vencido ni un solo derbi hasta la fecha (escribo este artículo un 2 de diciembre de 2012). En total son 24 partidos oficiales consecutivos sin lograr una victoria. La vuelta de la temporada 1999/2000, la ida de la temporada 2012/2013, y todas las idas y vueltas disputadas desde la campaña 2002/2003. 22 partidos ligueros y 2 en una eliminatoria de Copa (temporada 2011/2012). Hacen un total de 18 victorias blancas y 5 empates. Y el dato no se queda ahí, si observamos los últimos nueve derbis, no es que el Atlético no haya ganado ninguno (que no lo ha hecho), sino que los ha perdido todos. Es la primera vez en la historia que el Real Madrid gana nueve derbis oficiales consecutivos al Atlético de Madrid. Y la leyenda negra continúa...

Para acabar me gustaría tener un detalle con los aficionados atléticos, sobre todo con los más jóvenes, muchos de ellos no habrán visto ganar nunca al Atlético un derbi frente al Real Madrid. Sé que no es lo mismo, pero a continuación os dejo un resumen de la última colchonera victoria frente al Real Madrid, hace ya 13 años. ¡Disfrútenlo!



Hasselbaink destrozó al Real Madrid el 30 de octubre de 1999
Hasselbaink fue el héroe de la última victoria atlética frente al Real Madrid

viernes, 19 de octubre de 2012

SALVATORE SCHILLACI. 'Totò'

Totò Schillaci
"Ser delantero se ha convertido en un oficio difícil, pero siempre es mejor que trabajar"


Salvatore Schillaci nace el día 1 de diciembre de 1964 en la isla de Sicilia, concretamente en la costera localidad de Palermo. De familia pobre, se dedicó al fútbol desde muy pequeño jugando para el Amat Palermo, un equipo de aficionados. 

En 1982 firmaría su primer contrato como profesional con el Messina. Equipo en el que permanecería demostrando sus habilidades goleadoras hasta 1989 (en 219 partidos anotó 61 goles). En esos siete años en el equipo siciliano, Totò Schillaci, no había jugado nunca ni un solo partido en la Serie A. 



Totò Schillaci ficha por la Juventus
Schillaci en la Juventus
En el verano de 1989, con 25 años, Schillaci se encontró ante la oportunidad de su vida. Le llegó una oferta de un equipo de la Serie A. No se trataba de un cualquiera. Era la Juventus de Turín, entrenada por Dino Zoff, quien decidió apostar por este inexperto delantero para liderar el proyecto bianconero.

Totò no desaprovechó esta oportunidad que le había brindado el destino y se marcó una temporada prácticamente perfecta con 15 goles en la Serie A. Además conquistó la Coppa Italia (contra el AC Milán) y la UEFA (contra la Fiorentina). El colofón ha esta temporada fue su inclusión en la lista de convocados de Azeglio Vicini para disputar el Mundial de 1990, en el que Italia sería la selección anfitriona.


Su debut con la selección de Italia se produjo tres meses antes del comienzo del Mundial: en un amistoso disputado contra Suiza en el que Schillaci fue titular y la azzurra logró imponerse por 0-1.


El Mundial arrancó para la selección anfitriona el 9 de junio de 1990, el lugar era el Stadio Olimpico de Roma y el rival la selección de Austria. Schillaci partía como suplente de Vialli y Carnevale. Italia dominaba el partido sin dificultades pero el tiempo pasaba y el gol no llegaba. En el minuto 75, Schillaci sustituye a Carnavale. Tres minutos después Schillaci remataba de cabeza un centro de Gianluca Vialli y anotaba el gol de la victoria azzurra para delirio de los casi 74.000 espectadores que se dieron cita en el Stadio Olimpico. Italia venció en su debut frente a Austria por 1-0.


La siguiente parada para Italia le enfrentaba a Estados Unidos, Schillaci volvió a partir del banquillo para salir al campo al poco de comenzar la segunda parte. Giannini anotó el gol de Italia en el minuto 11 y así concluyó el partido. Italia sumaba una nueva victoria por la mínima (1-0).


En el último partido del grupo, Italia ya se encontraba clasificada para octavos de final y se disputaba el liderato de grupo contra Checoslovaquia. Esta vez Totò Schillaci formó delantera de inicio con Roberto Baggio. Antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de juego, Schillaci ya había adelantado a Italia en el marcador con otro cabezazo. Roberto Baggio firmaría posteriormente un auténtico golazo que establecería en el luminoso el 0-2 final.



Schillaci en octavos de final de Italia 1990
Schillaci celebra su gol ante Uruguay
Italia llegaba a los octavos de final y la nueva piedra en el camino era la Uruguay de Francescoli. Schillaci ya se había consolidado como titular en ataque junto a Roberto Baggio y empezaba a ser conocido como "el padrino del gol". Tras algunas ocasiones falladas por Totò, en el minuto 65 recibió un balón de Serena en la media luna del área. Totò empalmó un zurdazo con toda su alma ante el que nada pudo hacer el arquero uruguayo Alvez. Schillaci volvía a adelantar a la selección italiana. Cuando el partido llegaba a su final, Serena estableció el 2-0. Italia ya se encontraba en cuartos de final de su Mundial.

Irlanda era el nuevo obstáculo para la escuadra de Vicini. Schillaci volvió a ser el salvador de la selección italiana, esta vez se aprovechó de un rechace del guardameta irlandés, tras un tirazo de Donadoni, para marcar a placer y vencer por 1-0. Otra vez Schillaci volvía a ver puerta y otra vez Italia volvía a pasar de ronda. El idílio entre ambos parecía no tener fin.

Schillaci le marca un gol a Goycoechea
Schillaci bate a Goycoechea en la semifinales del Mundial
En las semifinales del Mundial llegó uno de los rivales más duros, la Argentina de Maradona y Caniggia. Una vez más, Schillaci vovió a cazar un balón suelto en el área y, anticipándose al defensa, estableció el 1-0, adelantando así al combinado italiano en el marcador. Pero Argentina no se vino abajo y Caniggia se aprovechó de una salida en falso de Walter Zenga para cabecear un centro desde la izquierda de Olarticoechea y establecer las tablas en el partido. El marcador no se movería ni en los noventa minutos reglamentarios, ni en los 30 minutos de prórroga. El partido finalizó con 1-1. Llegaba así, la lotería de los penaltys. Goycoechea detuvo los dos últimos penaltys de la selección italiana (Donadoni y Serena). Italia se veía así fuera de su Mundial, sólo quedaba luchar por el tercer puesto.

La lucha por el tercer puesto enfrentaba a Italia contra la selección de Inglaterra. Baggio adelantaba a los italianos tras un pase de Schillaci. David Platt igualaba el partido de un testarazo impecable. Cuando todo parecía indicar que el partido iría a la prórroga, volvió a aparecer el rey de este Mundial, volvió a aparecer Totò Schillaci transformando el penalty que no llegó a tirar en la tanda de semifinales. Italia 2-1 Inglaterra. Schillaci conquistó tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro de Italia`90. Italia no será recordada por ganar su Mundial, pero tampoco el Mundial será recordado por la victoria de la RFA sobre Argentina. Cada vez que alguien diga: "Mundial de Italia 1990", la primera palabra que se nos vendrá a la boca será: "Totò", "Totò Schillaci".




Salvatore Schillaci fue el rey de Italia`90
Salvatore Schillaci consiguió tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro en el Mundial de Italia 1990

Hässler y Baggio fueron los refuerzos de lujo de la Juventus que se unieron a Schillaci
Schillaci con Thomas Hässler y Roberto Baggio
Tras un mes increíble en el que Schillaci se convirtió en el icono de Italia, llegó el momento de volver a pensar en bianconero. Luigi Maifredi llegó al banquillo del equipo turinés, trayéndose consigo a dos de las estrellas del momento: Roberto Baggio y Thomas Hässler. El primero fue  el compañero de ataque de Schillaci durante el Mundial, y el segundo se acababa de proclamar campeón del mundo con la RFA. Las espectativas eran muy altas. Pero nada más empezar la competición oficial, comenzaron a llegar los chascos. El primero fue la sonada derrota en la Supercoppa por 5-1 frente al Nápoles. Después se caería en segunda ronda de la Coppa Italia frente al Taranto. En liga se firmaron una serie de empates que alejarían a la Juventus de la cabeza de la clasificación. En cambio, el equipo avanzaba sin problemas en la Recopa. Esa acabó siendo la única competición a la que la Juventus acabó aspirando en esta temporada. No obstante el sueño se acabó en semifinales al caer en la ida por 3-1 en el Camp Nou frente al Barcelona. En la vuelta, Schillaci ni siquiera formó parte del equipo titular debido a su flojo rendimiento y el partido concluyó con un 1-0. La Juventus consiguió la victoria pero no la remontada y terminó la temporada en blanco. A Salvatore Schillaci se le concedió el Balón de Plata en 1990.

Las altas espectativas que levantó la Juventus se quedaron en nada y de cara a la siguiente temporada se firmó a Giovanni Trapattoni para que dirigiera a la Vecchia Signora. Hässler se marchó a la Roma y Salvatore Schillaci continuaba sin levantar cabeza, negado de cara al gol. El equipo turinés acabó la Serie A en segunda posición, tras el Milán de Capello. También se llegó a la final de la Coppa Italia, pero cayó derrotado contra el Parma.

En 1992 Schillaci firmó con el Inter de Milán
Schillaci en el Inter de Milán

En el verano de 1992, Schillaci se marchó al Inter de Milán, equipo en el que estuvo durante dos temporadas en las que cada vez jugó menos. En su última temporada en el equipo de Osvaldo Bagnoli, Schillaci sumó a su palmarés un nuevo título de la UEFA, eso sí, su contribución a este título fue prácticamente inexistente. De hecho ni siquiera participó en la final en la que el Inter se impuso al Salzburgo por 1-0. Al finalizar la temporada 1993/1994 abandonó la disciplina neoazzurra dejando tras de sí unas estadísticas en la Serie A de 30 partidos disputados y 11 goles anotados.
Schilllaci celebra un gol durante su aventura japonesa
Schillaci en el Júbilo Iwata

El nuevo destino para Schillaci fue un tanto exótico: se marchó a Japón, enrolándose en las filas del Júbilo Iwata. Totò se convirtió así en el primer italiano en jugar en la liga japonesa. Schillaci estuvo jugando para el Júbilo Iwata hasta 1997. Con el equipo nipón Salvatore Schillaci disputó 93 partidos en los que anotó 65 goles.

Con la selección de Italia, Schilaci no volvió a destacar tanto como en aquel verano de 1990. Tras su retirada dejó sus cifras con la azzurra en 16 partidos disputados y 7 goles anotados (6 de esos 7 goles fueron anotado en el Mundial de Italia 90).



En 2002, con la celebración del Mundial de Corea y Japón 2002, Totò Schillaci apareció en la  memorable campaña publicitaria de la marca de bebidas alcohólicas Smithwicks.

La historia de Salvatore Schillaci es la historia de un jugador humilde, muy limitado técnicamente, pero con un carácter y un carisma inigualable. El destino le dio dos grandes oportunidades y él no las desaprovechó. Se subió al tren de la Serie A en el vagón de la Juventus de Turín (todo un primera clase) y firmó una gran temporada que le valió para ir convocado con Italia al Mundial de 1990. Allí partiendo de suplente aprovechó los minutos al máximo, para acabar siendo el mejor jugador y el máximo goleador del torneo. La noche mágica de verano de Salvatore Schillaci se alargó durante todo un mes, y eso es bastante más de lo que muchos pueden presumir.

Salvatore Schillaci como actor
Schillaci caracterizado con el personaje que interpretó en la serie televisiva Squadra Antimafia - Palermo Oggi

lunes, 27 de agosto de 2012

RUUD GULLIT. 'El tulipán negro'

"Un equipo es como un buen reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual"
Ruud Gullit fue uno de los grandes artífices de aquella gran Holanda de los años 80 junto a otros jugadores de talla mundial como Marco van Basten, Frank Rijkaard, Ronald Koeman, Vanenburg, Wouters, etc. Es curioso que pasados más de 20 años aún se hable y se recuerde a La Naranja Mecánica de la década de los ochenta. El fútbol practicado por esa selección fue suficiente para cambiar radicamente el concepto que se tenía del fútbol. Ya no sólo importaba el resultado. El estilo de juego combinativo comenzó a desarrollarse y a atraer al espectador. Esa Holanda trajo consigo las grandes innovaciones futbolísticas además de un estilo de toque bien definido. La posición de los jugadores dejó de ser tan rígida como lo era hasta entonces. Primaba la posesión del esférico y para conservarla, los jugadores tenían casi una libertad total de movimientos. A diferencia de la Holanda de Cruyff, en la Holanda de los ochenta no había un crack por encima de todos como lo fue el propio Johan Cruyff en su momento. La Holanda de los ochenta era un conglomerado de jugadores muy fuertes físicamente, con una gran calidad técnica y una enorme polivalencia sobre el campo. Ese modelo no entendía de nombres propios. Se comenzó la década con jugadores como Rensenbrink, Rep, Neeskens o Krol que llevaron a la selección a una final de Mundial frente a Argentina en la que no se logró el título.  Gullit, van Basten, Rijkaard y compañía tomaron el testigo a finales de la década, llevando el modelo a su máximo nivel en la final de la Euro`88 celebrada en la RFA. Los Países Bajos derrotaron a la URSS y se proclamaron campeones de la Europa.

Rudolphus Dil Gullit nace el 1 de septiembre de 1962 en la capital de los Países Bajos, Ámsterdam. Su padre, natural de Surinam, ejercía en Ámsterdam de profesor de economía en una escuela. Gullit fue el resultado de la relación entre su padre y su buitenvrow (amante). A los 10 años, Ruud Gullit comenzó a practicar el fútbol formando parte del Rozendwarstraat. Al poco tiempo comenzó a jugar para otro club de Ámsterdam, el DWS. En ese quipo coincidió con futuras estrellas como Rijkaard, Ronald Koeman o Kieft.

Gullit con la  camiseta del HFC Haarlem
A los 16 años comenzó a jugar para el HFC Haarlem, entrenado por el galés Barry Hughes, siendo el jugador más joven en debutar en la Eredivise. Gullit se desenvolvía en este equipo en la posición de extremo. En la temporada 1981/1982, el Haarlem logró la clasificación para la Copa de la UEFA. Gullit consiguió con el Haarlem anotar 32 goles en los 91 partidos que jugó. Barry Hughes llegó a decir de él que era el Duncan Edwards holandés.

Gullit con el Feyenoord
En 1982 y tras ser pretendido por el Arsenal o el Ipswich Town, Gullit se convierte en nuevo jugador del Feyenoord. Es aquí cuando comienza a jugar en la posición de centrocampista. En el equipo de los industriales Gullit llegó a jugar con su ídolo desde la infancia, un tal Johan Cruyff ,en la temporada 1983/1984. Ese mismo año, en un partido contra el St. Mirren FC, perteneciente a la primera ronda de la Copa de la UEFA y disputado en St. Mirren Park, Gullit recibió insultos racistas por parte de los aficionados escoceses. Al acabar el partido declaró: "Es la noche más triste de mi vida". A pesar de ello Ruud Gullit fue el artífice del único gol del partido. En lo que respecta a la liga, el Feyenoord encajó un severo correctivo por parte del Ajax al caer derrotado por 8-2 en la jornada 7. No obstante el equipo de los industriales se recompuso rápidamente. El Feyenoord ocupó el primer puesto de la Eredivisie durante bastantes jornadas. En la jornada 24 el Feyenoord recibía en De Kuip al Ajax, el liderato estaba en juego. Gullit, Cruyff y compañía se tomaron la revancha de aquella humillación sufrida en la ida derrotando al Ajax por 4-1 y sentenciando la Eredivisie. Gullit anotó el primer tanto del encuentro con un magistral lanzamiento de falta. Al acabar la temporada 1983/1984, Gullit levantó su primera liga holandesa. Además, el Feyenoord conseguiría el doblete al hacerse también con la Copa de los Países Bajos. Ruud se marcha del Feyenoord, tras tres temporadas, con 85 partidos y 31 goles.



Gullit celebrando un título en el PSV
Gullit vivió una gran etapa en el PSV
En 1985 este prometedor jugador ficha por el PSV Eindhoven a cambio de 1.2 millones de florines. En las dos temporadas en las que Gullit estuvo en el PSV aumentó su palmarés, logrando dos Eredivisie de forma consecutiva. En 1986 Ruud Gullit fue nombrado Futbolista del año en los Países Bajos. Tras dos temporadas en el conjunto granjero en las que llegó a disputar 68 partidos y a marcar 46 goles, comenzaron a llegar ofertas de diversos equipos europeos. Al mismo tiempo los aficionados del Feyenoord lo acusaron de ser un vendido y un avaricioso.



En 1987 el AC Milán entrenado por Arrigo Sacchi le pagó al PSV 18 millones de florines por hacerse con los servicios de Ruud Gullit.  Con este fichaje se estableció una nueva cifra récord en el traspaso de un jugador. Sacchi veía en Gullit al sustituto ideal para Ray Wilkins. No obstante, Gullit no llegó solo al club rossonero. Sacchi ficharía ese mismo verano a otro prometedor holandés: un tal Marco van Vasten. La férrea defensa formada por jugadores italianos de la talla de Franco Baresi, Paolo Maldini, Mauro Tassotti o Carlo Ancelotti, unido al talento de Roberto Donadoni y de los neerlandeses Gullit y van Basten en punta, llevaron al Milán a conquistar el Scudetto en esa primera temporada de Gullit en el país transalpino. Gullit formó un gran tridente ofensivo junto con van Basten y Prietro Virdis. La lesión de van Basten le obligó a adelantar su posición siendo reconvertido en delantero.


Gullit logró el Balón de Oro en 1987
Gullit en un concierto contra el apartheid
En 1987 ha Gullit le fue otorgado el Balón de Oro. Ruud Gullit demostró su compromiso con el apartheid que sufría Sudáfrica dedicándole el Balón de Oro a Nelson Mandela. Además de eso, Ruud Gullit demostró su implicación con la causa participando en el concierto Stop Apartheid que se celebró en 1988. Una vez que Nelson Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica, no quiso olvidarse de Gullit, a quien le llegó a decir "Ruud, tengo muchos amigos ahora. Cuando estaba en la cárcel, tú eras uno de los pocos que tenía".


Gullit le dedica el Balón de Oro a Nelson Mandela
Gullit le dedica el Balón de Oro a Nelson Mandela

Gullit, van Basten y Rijkaard en el AC Milán
Gullit, van Basten y Rijkaard en su etapa en el AC Milán
La fórmula de juntar holandeses le había dado muy buen resultado a Sacchi, de modo que para la temporada 1988/1989, aterrizó en Milanello un holandés que no había disfrutado de muchos minutos en la liga española. Se trataba de Frank Rijkaard, procedente del Real Zaragoza. Gullit conocía a Rijkaard desde su infancia, de hecho llegó a coincidir con él en el DWS cuando ambos iniciaban sus carreras. 
En la temporada 1988/1989 el Milán no pudo revalidar su título de liga. No obstante, el equipo de Sacchi logró levantar la Liga de Campeones. Para llegar a la final, el Milán tuvo que enfrentarse en semifinales contra el Real Madrid de la Quinta del Buitre. En el partido de ida en el Santiago Bernabeu el encuentro finalizó con el empate a uno. Todo quedaba para la vuelta en el estadio de San Siro. En ese partido el Milán practicó una auténtica lección de fútbol y apabulló al Real Madrid de Leo Beenhakker. Al final de los noventa minutos el tanteador reflejaba un indiscutible 5-0. Gullit fue el autor del tercer gol y el asistente del primero y del cuarto. Pero todo no fueron buenas noticias para el Milán, Ruud Gullit sufrió una lesión y era duda para la final que se disputaría un mes después en el Camp Nou frente al Steaua de Bucarest.



Pero Gullit llegó en condiciones para la final de la Liga de Campeones. Ganar al Steaua no fue mucho más difícil para el Milán que lo que había sido derrotar al Real Madrid en la vuelta de semifinales. Gullit demostró que estaba en plena forma abriendo el marcador antes de que se cumplieran los veinte minutos de juego. Van Basten haría el segundo tanto y Gullit repetiría antes de llegar al descanso. Poco después de que se reanudara el juego, van Basten estableció el definitivo 4-0. El Milán exhibía su superioridad por toda Europa y Gullit conquistaba así su primera Liga de Campeones.



En la temporada 1989/1990 la desgracia se cebó con Gullit. El holandés tan solo pudo disputar dos encuentros de Liga en toda la temporada debido a las lesiones sufridas en los ligamentos de su rodilla derecha.  Pero no todo iban a ser desgracias para Ruud. Gullit llegó a tiempo para disputar la final de la Liga de Campeones frente al Benfica. El Milán repitió título gracias a un solitario gol de Rijkaard y Gullit disputó los 90 minutos.
En la campaña 1991/1992 llegó al banquillo rossonero el pragmático Fabio Capello tras un año en blanco con Sacchi. En estos dos años Gullit gozó de una relativa continuidad en el juego a pesar de que las lesiones musculares persistían. De la mano de Capello volvieron a llegar los resultados y el Milán conquistó el Scudetto. A la temporada siguiente Capello repetiría el título doméstico, no obstante el papel de Gullit en el equipo se fue debilitando hasta el punto de disputar 15 partidos de Liga en los que eso sí, logró anotar 7 tantos. Al finalizar dicha temporada Gullit fue traspasado a la Sampdoria de Eriksson.




Ruud Gullit celebra un título con la Sampdoria
En la Sampdoria Gullit volvió a recuperar su antiguo nivel futbolístico, las lesiones le dejaron brillar y se erigió en el líder de un equipo en el que contaba con excelentes escuderos (Platt, Jugovic, Serena, Mancini, Vierchowood, etc). En el primer enfrentamiento entre Sampdoria y Milán con Gullit en el bando blucerchiati, los de Erikson se hicieron con la victoria por 3-2, precisamente gracias a un gol de Ruud Gullit. De este modo, Gullit se tomó su vendetta  particular con Capello. De la mano de Gullit la Sampdoria se hizo con la Copa de Italia al derrotar en la final al Ancona por el abultado marcador de 6-1. Gullit fue el encargado de abrir la lata con un libre directo que tocó en la barrera rival.





Impresionado el Milán por el rendimiento de Gullit con 31 años y varias lesiones a su espalda, Capello decidió reincorporarlo a sus filas para la temporada 1994/1995. Esa fue una temporada perdida para Gullit, pues apenas contó con oportunidades para jugar. A mitad de la temporada el holandés se volvió a marchar, esta vez cedido, a la Sampdoria.


Gullit, mánager del Chelsea
En 1995 Ruud Gullit firma por el Chelsea. La decisión de firmar con el equipo inglés fue, según el propio Gullit ha confesado, una decisión para conseguir una mejor calidad de vida. Con 33 años y montones de títulos a sus espaldas, Gullit buscaba una ciudad para vivir bien y pensar en la comodidad de su familia. En principio, Glenn Hoddle pensó en usarlo como extremo, pero finalmente lo colocó en el centro del campo. En su primer año en Inglaterra Gullit fue titular indiscutible. A la temporada siguiente Glenn Hoddle se marchó y Gullit cogió las riendas del banquillo blue. En su primera temporada como entrenador-jugador logró conquistar la FA Cup al vencer por 2-0 al Middlesbrough en la final. En febrero de 1998 dejó el Chelsea, en el banquillo le sustituyó Gianluca Vialli.
A la temporada siguiente se hizo cargo del banquillo del Newcastle, equipo que llevó a la final de la FA Cup, donde cayó derrotado frente al Manchester United. Posteriormente, Gullit probaría suerte en los banquillos del Feyenoord, LA Galaxy y Terek Grozny, sin demasiado éxito.

Gullit con van Basten celebrando la Euro 1988Con la selección holandesa Ruud Gullit llegó a disputar 66 partidos, participando en la Eurocopa de 1988 y en el Mundial de 1990. Sin duda alguna el mejor momento de Gullit vistiendo la camiseta orange se produjo cuando conquistó la Eurocopa 1988 en Alemania. En la final de este campeonato, la Holanda de Gullit, van Basten, Rijkaard o Ronald Koeman se enfrentaba en la final a la URSS de Lobanovsky. Ya se habían enfrentado en el grupo y la URSS se impuso por 1-0 a Holanda. Pero en la final la historia fue bien distinta. Con poco más de media hora de partido disputada, Ruud Gullit adelantó a Holanda con un certero y potente cabezazo ante el que nada pudo hacer Rinat Dasaev. Posteriormente Marco van Basten se convertiría en leyenda anotando el gol más bello que nadie haya conseguido anotar en una final de un campeonato de selecciones.


Gullit levanta la Eurocopa 1988
Gullit (capitán de Holanda) levanta su único título a nivel de selecciones: la Euro de 1988
En el Mundial de Italia en 1990, Holanda no corrió la misma suerte y cayó eliminada en octavos de final frente a la RFA de Völler, Klinsmann, Matthäus, Littbarski, etc. Ruud Gullit solo consiguió anotar un tanto en ese torneo, en el grupo inicial frente a Irlanda.

jueves, 5 de julio de 2012

GEORGE BEST. 'El quinto Beatle'

"Me gasté la mayor parte de mi dinero en mujeres, alcohol y coches deportivos. El resto lo desperdicié"

Hablar de George Best no es hablar de un futbolista corriente ni al uso. Rebosaba calidad para jugar al fútbol a la vez que su comportamiento personal se alejaba bastante del de un profesional del balompié. El norirlandés fue el primer deportista en convertirse en una estrella mediática. George Best se encuentra futbolísticamente a la altura de los mejores jugadores de la historia. Desde la posición de extremo derecho fraguó su carrera. Poseía un regate y una capacidad de aceleración nunca vista hasta hoy día en ningún otro futbolista. A pesar de su metro sesenta y ocho, destacaba por un portentoso remate de cabeza.

Se tomaba el fútbol como algo muy personal, esto se ve reflejado en la siguiente frase que pronunció el propio Best: "si perdía la pelota era un insulto personal y la quería recuperar. Sí señor, me fastidiaba mucho que me la quitaran porque era mi pelota". Así se puede explicar el hecho de que fuera capaz de aguantar las brutales tarascadas de sus rivales, a pesar de sus correrías tanto nocturnas como diurnas. El fútbol era su modo de vida y se valía de él para ganarse el derecho a hacer fuera del campo lo que le diese la gana. Mientras fue un jugador referente, nunca mostró debilidades sobre el césped. Era un jugador total, lo nunca visto hasta entonces. Los propios rivales reconocían que era el mejor defensa, centrocampista y delantero.

George Best nació en Belfast el 22 de mayo de 1946. En su infancia comenzó a jugar al rugby, el símbolo Protestante que lucía su equipo en el escudo provocó el resentimiento local Católico. Best cambió de escuela y comenzó a centrarse en el fútbol.

Con 17 años llega al Manchester United de la mano de Matt Busby y Bob Bishop. En el United apenas tarda unos partidos en ganarse la titularidad. En los red devils compartió delantera durante varios años con los escoceses Denis Law y David Herd así como con otros nombres ilustres del fútbol inglés como Bobby Charlton o Nobby Stiles. Con el Manchester United se coronaría campeón de la Premier League en 1965 y en 1967. 

Pero su mejor momento aún estaba por llegar. Ocurrió en la temporada 1967/68, en esta temporada Best pulverizó sus cifras goleadoras, anotando 27 tantos en la Premier y 31 en la suma de todas las competiciones. Con la Premier ya ganada por el Manchester City, el United entrenado por el genial Matt Busby se coló en la final de la Liga de Campeones. El único rival que le separaba de llevarse a Old Trafford la primera Liga de Campeones era un Benfica que ya había conseguido ser campeón de esta competición en dos ocasiones. En las filas del equipo portugués militaban jugadores de la talla de Eusebio, Mario Coluna o Antonio Simoes.
El partido estuvo dominado desde el principio por el equipo inglés, aunque esto no significó que el Benfica tuviera sus ocasiones, como un tirazo de Eusebio desde fuera del área que se estrellaría en el larguero. Pese al dominio de los red devils, estos no se adelantarían en el marcador hasta la segunda parte, gracias al tanto de Bobby Charlton tras un impecable remate de cabeza. Jaime Graça establecería poco después el empate a uno con el que finalizarían los noventa minutos. La final se decidiría en la prórroga. En el tiempo extra el United hizo valer su superioridad en el terreno de juego para sentenciar fácilmente la final. George Best se plantó solo delante del goleiro Jose Henrique, al que tumbó con un quiebro marca de la casa. A puerta vacía, Best volvía a poner al United por delante en el marcador. Nada más reanudarse el encuentro Brian Kidd ampliaría la ventaja del equipo inglés. Charlton sería el encargado de poner la puntilla anotando el definitivo 4-1.  Fue en este partido cuando Best comenzó a ser conocido como The Fifth Beatle. La Liga de Campeones viajaba por primera vez a Manchester.


Para Best, ese año terminaría con la consecución del Balón de Oro y otro premio otorgado por periodistas ingleses.



George Best seguiría rindiendo a un gran nivel durante los años siguientes, pero no fue suficiente para llevar a los red devils a repetir títulos. Quizás también influyera en esta sequía la marcha de Matt Busby del banquillo al acabar la temporada 1968/1969.
El 7 de febrero de 1970 George Best conseguiría otra gran hazaña a título personal: en un partido contra el Northampton consiguió convertir la friolera de seis goles, el partido acabó con un 2-8 favorable al Manchester.
En 1971 quedaría en tercera posición en la lucha por el Balón de Oro, solo por detrás de Johan Cruyff y Sandro Mazzola.
Mientras deslumbraba a todo el mundo con sus habilidades dentro del terreno de juego, George Best se dedicó a vivir la vida al máximo fuera del campo. Recordado por sus devaneos con el alcohol, drogas y mujeres. Esta otra faceta suya le hizo dejar para el recuerdo frases como:

- "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol; fueron los peores 20 minutos de mi vida".
- "Cada vez que entro en un sitio, hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no".
- "Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía".
- "He dejado de beber, pero sólo cuando duermo". 
- "Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar". 
- "Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo, pero sólo han sido tres" 
- "Hace unos años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas"
- "Se dicen un montón de bobadas sobre defensas rudos y jugadores destructivos. Yo simplemente los llamo hijos de mala madre". 
- "No me llega ni a los cordones de la botella". (sobre Paul Gascoigne)
- "No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien". (sobre David Beckham)
- "Si hubiese nacido feo, no habríais oído hablar de Pelé"
 
Tras dos temporadas en las que su rendimiento bajó considerablemente, fue expulsado del Manchester United al concluir la temporada 1973/1974. Su nuevo destino fue un modesto club inglés: el Dunstable, equipo en el que sólo permaneció una temporada. En la siguiente temporada comenzó en el Stockport, equipo en el que no duró ni dos meses. Su nuevo destino fue el Cork City, equipo irlandés. En este club tampoco duraría más que en el anterior.
Comenzaba 1976 y Best aún no había cumplido los 30 años cuando decidió cruzar el Atlántico  para convertirse en una auténtica estrella, a la altura de cualquier cantante popular del momento. Se suponía que era jugador de Los Ángeles Aztecs, pero jugar al fútbol fue lo que menos hizo en esta primera etapa en Estados Unidos. Best era dueño de dos discotecas y una tienda de ropa. Sólo dura medio año en EEUU. Decide volver a Inglaterra con el comienzo de la temporada 1976/1977, formando parte del Fulham. En esta etapa demostró al mundo que, aunque había perdido la forma, aún conservaba intactas sus habilidades con el balón. De su estancia en los Cottagers, hay que destacar un partido en la FA Cup contra el Hereford, en el que Best le robó un balón a su compañero de equipo y amigo Rodney Marsch.



Tras un año y medio en el que intentó volver a recuperar su nivel en el terreno de juego, Best decidió regresar a EEUU y continuar con la vida que había dejado. Debido al bajo nivel de la liga, Best era la estrella de la competición. A pesar de su baja forma física logró unas importantes cifras goleadoras y fue nombrado mejor centrocampista de la NASL. En 1979 fue traspasado al Fort Lauderdale Strikers, equipo en el que se olvidó por completo de cuál era su verdadera profesión. Al año siguiente regresó a Gran Bretaña, concretamente al Hibernian escocés que descendió a la segunda división escocesa. Best permaneció en el equipo durante un año más a pesar de su descenso. Las cuestiones futbolísticas ya le importaban más bien poco. En 1981 ficha por el San José estadounidense, pero nada cambia en su estilo de vida. Al año siguiente vuelve a la segunda división escocesa, al Motherwell. El equipo asciende a la primera división, pero poco tiene que ver en ello Best. Estuvo medio año en primera escocesa. Permanece libre hasta el comienzo de la temporada siguiente. Don Megson, mánager del Bournemouth, contrató a un Best de 36 años para la Third Divison inglesa. En ese equipo permaneció hasta finalizar la temporada, momento en el que decidió retirarse del fútbol.
Con la selección de Irlanda del Norte disputó 37 encuentros, consiguiendo anotar 9 goles. Debutó el 15 de abril de 1964 en un partido frente a Gales. El 15 de mayo de 1971 anotó su gol más recordado. Fue en un encuentro contra Inglaterra, Gordon Banks dejó caer la pelota para golpearla desde el suelo, Best la golpeó primero lanzando el balón por encima de Banks. Best llegó antes al balón y lo introdujo en la portería. El árbitro, que se encontraba de espaldas consideró la acción como ilegal y decidió anular el gol.


El 13 de octubre de 1976, un Best muy lejos de su mejor nivel se enfrentaba contra la grandiosa Holanda de Cruyff en un partido del grupo para la clasificación rumbo al Mundial`78 en De Kuip. Nadie esperaba nada de Irlanda del Norte ni de Best, no obstante, Irlanda empató el partido a dos y Best realizó un encuentro fantástico. Best se empeñó en demostrar a Cruyff que a pesar de que su carrera estaba acabando, el irlandés era mejor futbolista. Y lo consiguió, no hay testimonios gráficos pero según todos los asistentes al partido, Best consiguió pasarle el balón a Cruyff entre las piernas y seguir con el control del esférico. Un pequeño triunfo moral para un jugador muy venido a menos en cuanto a forma física. De su calidad nadie debe dudar jamás.
Best nunca llegó a disputar una Eurocopa o Mundial debido al bajo nivel de su selección. Estuvo muy cerca de disputar el Mundial de España`82, pero el seleccionador Billy Bingham decidió no convocarlo debido a sus 36 años y a sus excesos con el alcohol.
En 1984 fue condenado a tres meses de prisión por conducir bajo los efectos del alcohol, llegando, además, incluso a agredir a un policía. Pasó las navidades en la prisión de Ford Open Prison.
En 1988 participó en un partido amistoso en Windsor Park. Entre el público estaban Busby y Bob Bishop, los ojeadores que le descubrieron. Best marcó dos goles, uno desde fuera del área y otro de penalty.
En septiembre de 1990 Best apareció en el programa Wogan de la BBC con claros signos de embriaguez. En este espacio le comentó al presentador: "Terry, me gusta follar". Posteriormente pediría disculpas y confesaría que ese fue uno de sus peores momentos a causa del alcoholismo.
En agosto de 2002 fue sometido a una operación de trasplante de hígado. Se le criticó mucho que tras esa operación apareciera púlicamente consumiendo vino blanco.
Tras algunas colaboraciones con el mundo del cine y la televisión, Best volvió al mundo del fútbol en 2004, al firmar un contrato de entrenador con las categorías inferiores del Portsmouth.
Best estuvo casado en dos ocasiones. Con Angela McDonald-James de 1978 a 1986, con la que tuvo un hijo en 1981, Calum. Desde 1995 hasta 2004 estuvo casado con Alex Pursey, con la que no tuvo hijos. Se le atribuyeron dos hijas más con otra mujer.
En octubre de 2005, Best fue hospitalizado debido a una infección de riñón causada por los efectos secundarios de las medicinas que tomaba para evitar el rechazo a su trasplante de hígado. El 20 de noviembre, el tabloide News of the World publicó una fotografía de Best a petición propia, mostrándole postrado en la cama y con un mensaje final: "Don`t die like me". Este mensaje final fue visto como un modo de advertir a otros sobre la posibilidad de sufrir un destino similar a consecuencia del alcohol. 
El 25 de noviembre de 2005 el tratamiento fue interrumpido, muriendo a los 59 años, resultado de una infección pulmonar y un fallo multiorgánico.
La Premier League anunció que en todos los partidos de la jornada siguiente se guardaría un minuto de silencio en su memoria. En muchos estadios se optó por hacer caso omiso a este anuncio, prefiriéndose realizar un minuto de aplausos.



jueves, 29 de marzo de 2012

DAVOR SUKER. 'El mago de Osijek'

"La pretemporada está siendo muy dura; nos levantamos a las nueve de la mañana"


Davor Suker nace el 1 de enero de 1968 en la por entonces ciudad yugoslava Osijek. Su familia tenía una larga tradición deportiva, no obstante ninguno de sus parientes se había adentrado nunca en el mundo del fútbol... hasta que él llegó. De pequeño, jugando en el colegio ya mostraba su gran capacidad técnica, una zurda increíble y su habilidad goleadora. Estas cualidades le valieron para que un ojeador del equipo local, el NK Osijek lo incorporara a sus filiales. Debuta en la primera división yugoslava con el Osijek cuando contaba con 19 años. Ese mismo año (1987), Suker se proclama campeón del mundo sub-20 con Yugoslavia en el mundial disputado en Chile. Compartía vestuario con jugadores como Pedja Mijatovic, Robert Jarni, Zvonimir Boban, Branko Brnovic, Igor Stimac, Dubravko Pavlicic o Robert Prosinecki, quien fue nombrado Balón de Oro del al concluir el torneo. Davor fue el segundo máximo goleador del torneo con seis tantos. La final, disputada contra la RFA concluyó con empate a uno, llevándose Yugoslavia el título en la tanda de penaltys (Suker transformó en gol su penalty). En el siguiente vídeo os muestro el resumen de la final entre Yugoslavia (gol de Boban) y la RFA (gol de Witeczek).



En la temporada 1988/1999, Suker se corona como máximo goleador de la liga yugoslava al anotar 18 tantos que le sirvieron al NK Osijek para acabar en octava posición. Al año siguiente fue fichado por el Dinamo de Zagreb, dando así el salto a un grande. En ese club permaneció durante dos temporadas, logrando sendos títulos ligueros. Coincidió con jugadores como Boban, Pavlicic o Peternac. En 1991, debido a las deficiencias económicas de su equipo y a la complicada situación política que atravesaba su país (comienzo de la Guerra de Yugoslavia), Suker decide emigrar de Yugoslavia, pero para ello es necesario que pague de su bolsillo el transfer a la federación yugoslava. Davor encontra su nuevo destino en la Liga española, concretamente en el Sevilla FC.


Suker llega en el verano de 1991 a un Sevilla FC entrenado por Víctor Espárrago, que además contaba en sus filas con jugadores tales como Zamorano, Pepe Salguero o Manolo Jiménez. En su primera etapa como sevillista, Davor Suker disputa 22 partidos anotando 6 goles. El Sevilla termina la liga en mitad de la tabla. En su segunda temporada como jugador del conjunto de Nervión, el equipo pasó a manos de Bilardo. Se reforzó con jugadores como el Cholo Simeone o Diego Armando Maradona. La importancia del croata en este Sevilla de Bilardo se incrementó. Suker pasó a convertirse en un titular indiscutible y sus registros goleadores mejoraron: en 33 partidos logró anotar 13 goles. El Sevilla FC termina la liga empatado a puntos con los puestos que dan acceso a disputar la Uefa, pero se queda fuera de las competiciones continentales. En la temporada 1993/1994, Luis Aragonés es el nuevo inquilino del banquillo palangana, Davor Suker realiza una de sus mejores temporadas en cuanto a cifras goleadoras, anotando 24 goles en 34 partidos, sólo Romario consiguió perforar en más ocasiones la portería rival en esa temporada. Una vez más, el Sevilla se vuelve a quedar a las puertas de la Uefa, esta vez a un punto. Suker se convierte en todo un ídolo para el sevillismo y empieza a ser conocido como Sukerman. Finalmente el Sevilla lograría el billete para la Uefa en la temporada 1994/1995 gracias a un quinto puesto, Suker volvió a ser el estilete sevillista logrando anotar 17 goles. Luis Aragonés decide abandonar al Sevilla una vez conseguida la clasificación para competiciones europeas. El nuevo entrenador para la temporada 1995/1996 sería el portugués Antonio José Oliveira quien apenas duraría ocho partidos. Con Juan Carlos Álvarez en el banquillo el Sevilla disputa los dieciseisavos de final de la Uefa, en la ida vence al Olympiakos por 1-0 en el Sánchez Pizjuán, tras los noventa minutos de la vuelta en el infierno griego, la eliminatoria se encuentra empatada a uno. Toca prórroga, en ella el Olympiakos se adelanta muy pronto gracias a un tanto de penalty conseguido por el polaco Juskowiak. Al Sevilla le bastaría con un gol para conseguir el pase debido al valor doble de los goles en campo contrario. Es el momento de que aparezcan las estrellas, es el momento de que aparezca el mago de Osijek, y no decepcionó. En el minuto 110 el Sevilla dispone de una falta centrada un poco más atrás de la frontal del área, el delantero croata es el encargado de ejecutarla con un magistral lanzamiento marca de la casa que perfora la meta de Randos. Suker heló al infierno griego. El Sevilla era equipo de octavos, el siguiente rival era el FC Barcelona.



La ida de la eliminatoria contra el FC Barcelona acabó con empate a uno (otro gol de Suker), pero en el Camp Nou el Barcelona mostró todo su potencial y derrotó a los sevillanos por tres goles a uno. Se esfumaba así el sueño europeo. En lo que a la liga respecta, Juan Carlos Álvarez fue cesado a finales de enero, Víctor Espárrago volvió a tomar las riendas del Sevilla hasta acabar la temporada, dejando al equipo en la posición número doce. Suker acaba la que sería su última temporada como sevillista con 16 goles.


En el mercado estival de 1996, el Real Madrid se hace con los servicios de Suker a cambio de 600 millones de pesetas. Al club blanco acababa de llegar el técnico italiano Fabio Capello así como numerosos jugadores como Pedja Mijatovic, Roberto Carlos, Seedorf o Illgner. Con estas nuevas incorporaciones el club merengue pretendía hacer olvidar la mediocre temporada anterior en la que los blancos no pasaron de una triste sexta posición. En esa primera temporada como madridista Suker, al igual que el Real Madrid, realizó una temporada fantástica anotando 24 goles en liga y 5 en copa. Al concluir la temporada, Suker levantó su primera Liga española. Al año siguiente, con el alemán Jupp Heynkeps en el banquillo, la importancia de Suker en el equipo descendió, entre otras cosas por la llegada de Fernando Morientes. No obstante, Suker logró 10 goles en liga, 1 en copa y 4 en Champions League. El Real Madrid en esa temporada levantaría la que sería su séptima Copa de Europa tras treinta y un años de sequía continental. Le quedaría un año más a Suker en el club blanco en el que seguiría perdiendo importancia debido al gran rendimiento de Raúl y Morientes amén de la explosión de Savio. Suker en su última temporada como jugador merengue consiguió 4 goles en 19 partidos ligueros y 1 en 5 partidos en Champions. En invierno alzaría la Intercontinental frente al Vasco da Gama, partido en el que tuvo lugar el famoso aguanís de Raúl. 



El 30 de mayo de 1999 debido a las malas relaciones de Suker con el técnico galés John Benjamin Toschack y a su sequía goleadora, decide abandonar el Real Madrid y poner rumbo a Londres, donde se convertiría en nuevo jugador gunner. La competencia en el equipo de Arsene Wenger era aún más feroz si se puede que en el Real Madrid. El Arsenal contaba con atacantes de la talla de Ljungberg, Overmars, Bergkamp, Henry o Kanu. Con estos jugadores, un Suker de 32 años no tenía la titularidad asegurada, a pesar de ello el delantero croata logra 8 goles en la Premier, uno en la Copa de la Liga y 2 en Champions League. Su estancia en el Arsenal no pasa de ese primer año.

En el 2000 Davor Suker se une a las filas del West Ham, equipo en el que también dura una temporada. En la Premier apenas disputa 11 partidos en los que consigue un gol, a esto hay que sumarle otro gol en la Copa de la Liga

En el 2001 se marcha de las islas británicas. Encuentra su nuevo destino en Alemania, concretamente en el Munich 1860. En ese equipo disputaría Davor Suker sus dos últimas temporadas como profesional. En su primera temporada en la Bundesliga consigue hacer 4 goles además de 2 en la DFB-Pokal. En su última temporada como profesional del fútbol, Suker anota solo un gol en 11 partidos de liga y otro tanto en la DFB-Pokal.

Con la selección croata, Suker siempre ha vivido grandes momentos, comenzó su andadura como internacional con la victoria en el mundial sub-20 de 1987. En 1996 disputa la Eurocopa en Inglaterra, Croacia alcanzaría en ese torneo los cuartos de final. Cayó eliminada por Alemania, selección que a la postre se proclamaría campeona. Suker consiguió tres goles (uno de ellos en el partido de cuartos contra Alemania). Otro de sus mejores momentos lo viviría en el Mundial de Francia 1998 en el que Suker, con sus goles, llevaría en volandas a su selección hasta el tercer puesto. Croacia cayó eliminada en semifinales contra una Francia que marcaría historia. Davor Suker consigue proclamarse bota de oro del Mundial con los siguientes 6 goles.


A nivel internacional, Suker no volvería a repetir el éxito del Mundial de 1998. La última gran competición a la que asistió como jugador croata fue al Mundial de Corea y Japón 2002. En ese Mundial, un Suker de 34 años asumía su rol de suplente, sólo participó en el encuentro que enfrentó a su selección con México y ni siquiera llegó a disputar los noventa minutos. Una Croacia envejecida, que cayó en la fase de grupos, echaba de menos a una generación que le había dado los mejores momentos a esta joven nación. Echaba de menos a la edad dorada de los Suker, Boban, Jarni, Prosinecki, Boksic...

En definitiva, Davor Suker fue uno de los más grandes jugadores de los que pudimos disfrutar en la década de los noventa. Un tipo con clase, con un increíble dominio del balón, elegante en todos sus movimientos y goleador insaciable, pero que a la vez transmitía un cierto aire de despreocupación del que se sabe superior al resto y disfruta de lo que hace.